Considerada la fortaleza románica mejor conservada de Europa, el Castillo de Loarre es una auténtica joya de la historia y la arquitectura medieval. Levantado en el siglo XI sobre un espolón rocoso a 1.071 metros de altitud, fue primero palacio real, más tarde monasterio y hoy en día sigue deslumbrando como escenario de cine internacional, con películas como El Reino de los Cielos de Ridley Scott.
El castillo fue fundado por Sancho III el Mayor, quien lo convirtió en pieza clave en la defensa y expansión del Reino de Aragón durante la reconquista cristiana. Desde su posición privilegiada dominaba toda la Hoya de Huesca y vigilaba especialmente Bolea, la principal plaza musulmana de la zona, que controlaba las fértiles tierras agrícolas de la llanura.
La imponente muralla con once torreones da la bienvenida al visitante, mostrando de inmediato la fuerza de esta fortaleza. Dentro del recinto, destacan:
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Torre del Homenaje y Torre de la Reina, ambas sorprendentemente bien conservadas.
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La iglesia de Santa María, de influencia jaquesa, con capiteles ricamente ornamentados y una cúpula poco habitual en el románico.
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La cripta de Santa Quiteria, situada a la entrada, con su característica bóveda de cañón.
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La capilla y otros espacios que revelan la mezcla de usos civiles y religiosos que tuvo la fortaleza.
Recorrer el Castillo de Loarre es adentrarse en la Edad Media y en la historia del Reino de Aragón. Su majestuosidad y conservación lo convierten no solo en un monumento histórico, sino en una experiencia inolvidable para viajeros, amantes del arte y del cine.
Escenarios de cine en tierras de Huesca
