Senda dinosaurios en Galve
La experiencia comienza en la localidad de Galve, junto a la Iglesia de la Asunción. Desde allí, el recorrido desciende por la Calle Mayor Baja hasta alcanzar el histórico abrevadero de El Bacio, una construcción del siglo XV.
El camino continúa bordeando la antigua acequia del molino, que parte tras la caseta de registro en El Bacio. Este sendero nos conduce hasta la primera réplica a escala real de un reptil volador, situada en un espectacular estrechamiento del río Alfambra entre paredones de caliza. Con un poco de curiosidad, también podremos descubrir una segunda réplica en este mismo paraje.
Avanzando río arriba por la margen izquierda llegamos al puente medieval, declarado Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés. Más adelante, nos esperan las impresionantes réplicas de dos dinosaurios que habitaron la zona durante el Cretácico Superior: el Iguanodón y el Aragosaurus.
La ruta prosigue por la ribera del Alfambra, entre prados y majestuosos chopos cabeceros, hasta alcanzar la Fuente del Piojo, un espacio acondicionado como área de ocio y merendero. En este entorno se levanta la última réplica a escala real del recorrido: un imponente Allosaurus.
El regreso a Galve se realiza por el llamado Camino de la Abeja, donde aún se conserva la antigua tejería de 1905, con su almacén, era y horno originales. Un poco más adelante, aparecen las ruinas del viejo molino. Ya en las proximidades del pueblo, la ruta nos acerca a Legendark, la subsede de Dinópolis en Galve.
Donde los dinosaurios dejaron huella

En Teruel, la huella de los dinosaurios convive con paisajes de gran belleza y pueblos llenos de historia. Una provincia que une ciencia, cultura y naturaleza en un destino sorprendente.